Mis vecinos y el sexo

Hace poco cumplí un año de vivir en este dpto y creanme o no, no conozco a ningún vecino. Bueno, realmente vi de pasada a la vecina del frente como dos veces el año pasado, era Saludo Sonrisa y Chao...para suerte de mi antisocialismo ni eso tengo ahora, porque según mis súper poderes detectivescos... creo que se fueron.
Estas últimas semanas los habitantes de arriba se han dejado sentir, y no precisamente por haber hecho una conexion visual que nos pudiese llevar a algo como "el saludo", NO señores! aparte de su ruido de tacones yendo y viniendo (que ya oía desde el año pasado), ahora se unieron uno que otro sonido fuera de lo común, quizás comunes pero generalmente imperceptibles, son ruidos que en un principio es chistoso escuchar pero que luego se transforman en una tortura... (tampoco es que esté todo el día pendiente de sus cosas, pero a veces sobrepasan el límite de la indiferencia).
La historia de mis queridos vecinos de arriba, comienza un día cualquiera a ese alrededor de las 8 pm con uno que otro llanto, seguido de solloceos agudos por parte de ella y continuados por un grito grave de... "a ti te falla la cabeza", que supongo serán de él. Por mi parte, al escuchar su envidiable declaración de amor de "a ti te falla...", corrí a cerrar las ventanas y poner con volumen el televisor, y aunque no me crean, los llantos de esa fémina aún así se escuchaban claritos como telenovela venezolana! La mujer siguió llorando como condenada hasta pasadas las 10 pm (realmente me sorprendió la cantidad de lágrimas que debía tener para poder llorar tanto), a esa hora se escucha conversar fuertemente con alguien, quizás había buscado un pañuelo de lágrimas de carne y hueso en quien poder contar sus penas de amor. Pasada esa hora vuelve el silencio, y comenzo a ser un lugar tranquilo como siempre, reabro las ventanas, y sigo con mis cosas, pero... CHAN! gritos!!! gritos de dolor!!! inmediatamente pensé... "¿¿la estará golpeando??" luego siguió el grito fémino de "tu sabes que no me gusta así"... CHAN!
Mi lado inocente sucumbió a tal expresión, y por fin me dí cuenta de lo que ocurría!
El show siguió por un buen rato, tanto así que hasta me daba vergüenza ajena. La mujer cada vez gritaba con más ganas, hasta que en un instante y gracias a la ocurrendia de algún vecino de otro dpto. que gritó por la ventana "CÁLLATE!".. e inmediatamente los gritos sesaron.
Desde ese día sus peleas se hacen más frecuentes, y sus reconciliaciones también (aunque no de tal magnitud como la anteriormente contada); no condeno sus gritos y pataleos, ni tampoco sus "encuentros", lo que si condeno es su falta de tino, al comenzar a pelear con gritos a las 3am (hora en que por lo general estoy en mi sueño profundo luego de un día agotador) y sus crujideras de cama habituales en la mañana tarde noche noche noche noche noche...

PS: acuérdense de este post cuando vivan en dptos! y les aseguro que sus vecinos serán felices!